En el sector sanitario, por sus especiales características, cabría preguntarse si los centros sanitarios, médicos y hospitalarios deberían implementar programas de cumplimiento normativo o de Compliance para quedar liberadas de responsabilidad, según lo dispuesto por el Código Penal el Código Penal. Si el centro sanitario, médico u hospitalario está gestionado por una persona jurídica y por tanto, hablamos de un centro privado, la respuesta es sí. Debe disponer de un sistema de gestión y organización de Compliance. Por su parte, en los centros de naturaleza pública, al ejecutar políticas públicas o prestar servicios de interés económico general, la responsabilidad penal de la persona jurídica se extiende a cualquier centro sanitario médico u hospitalario independientemente que su naturaleza sea pública o privada, todo ello a la espera de la interpretación que desarrollen los Tribunales. Mientras tanto, es útil y recomendable su implantación también en los centros públicos.
Además, y dado el contacto que las empresas del sector tienen de forma continuada con profesionales sanitarios que son funcionarios, también están expuestas al riesgo de incurrir en potenciales casos de cohecho o tráfico de influencias.
En esta situación, es razonable que las empresas que operan en el sector de la sanidad tengan en cuenta y consideren disponer de programas de Compliance sólidos. Las compañías farmacéuticas, biotecnológicas o fabricantes de productos sanitarios sanitarios, llevan ya años operando bajo estrictas normas legales y han decidido voluntariamente adoptar códigos de autorregulación como expresión del compromiso de respeto a los más altos estándares éticos en todas sus actuaciones.
Antes de desarrollar cualquier programa de cumplimiento normativo, es fundamental conocer muy bien cada centro sanitario, su gestión y su mapa de riesgos, para que el modelo de Compliance sea efectivo. Pero la autoevaluación debe ser constante y el diagnóstico de los fallos y aciertos del sistema debe ser una obligación para aplicar medidas correctoras. El trabajo de prevención que ha hecho el sector sanitario en los últimos años, permite afrontar los retos que impone la reforma del Código Penal respecto a la responsabilidad de las personas jurídicas. Así, se trata de un sector que no empieza desde cero. Se trata de de revisar, adaptar y profundizar en los modelos de prevención de posibles conductas irregulares.
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