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Por María José Santa Cruz.

El día 18 de abril dentro de las Jornadas que organiza la RAJL, se celebrará en el ICAV una Mesa Redonda  con el título arriba reseñado, en el que intervengo como moderadora y presento a los tres ponentes -Jaime Vegas, Catedrático de derecho procesal, Manuel Marlasca, periodista y Ángela Coquillat, Abogada y experta en estas materias-. Evidentemente en esa mesa redonda, mi papel es moderar -ni opinar ni disertar-. Es sin embargo en este foro, el ámbito digital, donde puedo dar mi opinión y quizás tras el debate pueda escribir con más rigor, o quizás me demuestren que estoy equivocada.

No obstante puedo hacer algún avance. Mi opinión es que sí, que se está vulnerando y muy gravemente, a diario y machaconamente, la presunción de inocencia. Lo que importa es el escándalo, la alarma social, desdibujando la frontera entre la libertad de expresión y la presunción de inocencia. Tengo claro que hay que informar, de todo, pero también que NO todo vale y me explico: falta rigor y sobra alarma gratuita sobre el personal, que lógicamente no entiende, pero tampoco se le explica que es la presunción de inocencia. Este derecho es algo que entendemos unos miles pero que no defendemos y respetamos TODOS por lo que  significa como principio de respeto y buena convivencia. Los medios, y sobre todo las poderosas redes sociales, instigadas y controladas por intereses comerciales, políticos, quién sabe, braman contra la corrupción pero generan alarma social. Y esto a los políticos les va muy pero que muy bien, siempre que no les toque a ellos.

Les voy a contar una anécdota: accidente aéreo con cientos de muertos y heridos muy graves, asegurado en la cía. de la que soy abogada. Viendo  un programa en TV de gran audiencia, los tertulianos hablan de la aseguradora, la tachan de ladrona, sinvergüenza, que no paga, que ha obligado a las víctimas a ir a juicio, sacan hasta las cuentas de resultados de esta compañía. Mi reacción, conocedora de la verdad, fue llamar al Jefe de Asesoría de esa aseguradora y casi exigir las razones por las cuales no hemos salido a explicar que la compañía cubre el seguro obligatorio y que el exceso es otra compañía de REASEGURO inglesa que ha decidido ir a pleito. Y me contesta que lo más importante es que la noticia dure un día –nada más- porque “la noticia de hoy para envolver el bocadillo de mañana”. Esta táctica, la del silencio por respuesta, se suele utilizar para no alargar el seguimiento de las noticias y una gran empresa puede soportar una falsedad un día. Pero ¿qué pasa con el médico, abogado, el profesional en definitiva o la persona física que es demandado por un error profesional y luego es absuelto, y durante el proceso, la prensa y las redes sociales ponen una losa de desprestigio sobre el nombre del afectado? La respuesta es clara, el daño es irreparable.

Un día tras otro y con gran impunidad, programas y tertulias, cuestionan absolutamente todo lo que pasa por los tribunales. Casi siempre con la colaboración de los mismos porque todo se filtra y hay sentencias que conocen los medios antes que nosotros.  Y así se genera una situación de alarma en la sociedad, poniendo a la gente en contra de todos los políticos, sin excepciones, como ladrones. Así, se transmite y cala en la sociedad que la justicia está vendida: los jueces por no poner sentencias duras y mandar a todo el mundo a la cárcel, los fiscales porque salen a dar opiniones y  hablar de que medidas van a tomar, los periodistas por no buscar la noticia, los abogados por ser una banda. Somos un país cainita y atentamos contra la reputación de la justicia con la misma facilidad que pescamos en una pecera. Por precaución preservar nuestra democracia porque está dinámica está afectando a todas las instituciones del Estado, que no están reaccionando ni actuando, aterradas, paralizadas, desde los Colegios Profesionales, sociedades culturales, poderes como el judicial, gobiernos o ayuntamientos.  Estamos dando una imagen de país de bandidos y ladrones, que hasta el Presidente del Eurogrupo, lo ha pintado así. Dijssembloem –que cree que en el sur de Europa gastamos el dinero en fiestas y mujeres- será un cretino pero así nos ven.

Nuestras instituciones son jóvenes, frágiles, en algunas ocasiones no del todo democráticas, pero al fin y al cabo son la forma de control y orden impuesto por nosotros democráticamente y no nos está importando cargarnos todo y meter a todo el mundo en el mismo saco, destruyendo, sembrando el caos. ¿Y a quién beneficia? Yo lo tengo muy claro.

Debemos proteger, defender y estar orgullosos de nuestras instituciones. Por ejemplo la sentencia del caso Noos es un inmenso trabajo de tres magistrados  que los expertos dicen que es impecable. Contrato por contrato han analizado si se dan los delitos que el fiscal denunciaba. Contrato por contrato. Nadie ha hablado del trabajo bien hecho. Nadie.

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